lunes, 19 de mayo de 2014

BRUCE SPRINGSTEEN, THE RIVER Y MI PRIMERA VEZ

Para todo hay una primera vez.

No todas las primeras veces de algo son transcendentes. Es más, la mayoría seguro que se olvidan. Algunas son más impactantes que otras, algunas superan con creces las expectativas, otras desearías olvidarlas...

En este caso mi primera vez fue pagando. Porque antes se pagaba. Ahora rara es la vez que se desembolsa dinero por ello. Y por supuesto iba nervioso. Tenía claras mis preferencias pero me costó decidirme entre todas las opciones que tenía para elegir. 

Tendría aproximadamente unos 11 o 12 años, no más. Y recordaré toda la vida lo que pagué. 
1200 pesetas, sí mil doscientas de las antiguas pesetas. De mis antiguas pesetas, que era dinero ahorrado por un servidor.

Era la primera vez que me compraba un disco y fue un disco de Bruce Springsteen.

Recuerdo perfectamente entrar en la tienda M.F de la calle Illescas, en Aluche City, donde ya había entrado tantas veces a mirar, a curiosear o como mucho a comprar casetes para grabar. 

Pero esta vez era diferente. Tenía los bolsillos llenos. Podía comprar un disco. Y tenía claro que sería de Bruce Frederick Joseph Springsteen Zirilli.

Ya por entonces era bastante fan de Bruce. En mi casa sonaba mucho y con mi primo solíamos "quemar" el directo del 75-85. Y en aquellos tiempos sentía devoción por la canción The River.

Así que cuando lo encontré en la tienda tuve claro que esa sería la elección, mi primera compra musical.


Con la emoción de llevar zapatos nuevos corrí a casa. Solo 3 minutos de trayecto que se hicieron eternos. Fuí al "tocadiscos" y con el cuidado y la precisión de un relojero que trabaja manipulando la maquinaria más valiosa del mundo, desenfundé el vinilo y lo puse en el plato para esperar que la aguja se posara sobre el primer tema de la cara A del disco 1.

Y, musicalmente hablando, mi vida cambió para siempre.

Sonó The Ties That Bind. No es la canción más conocida del bueno de Jersey, apenas suena en directo, y no es de las más veneradas por el público en general, pero es (con diferencia) mi canción favorita de Springsteen. 

En cuanto escucho los primeros acordes una emoción indescriptible recorre mi cuerpo


Seguramente la emoción de la primera vez, el romanticismo de ese momento y la inocencia de la edad, hayan marcado esta canción para siempre.

Pero es que el disco no se queda ahí. Sigue. Maldita sea, iban pasando los temas y yo seguía inmóvil en la habitación, en el suelo, con las letras del LP en mis rodillas completamente absorto.

Hasta que llegó The River. Recuerdo pasar infinidad de noches escuchando esta canción e imaginando al pobre Bruce casándose con Maria en el juzgado a los 19 años, embarazados, con dificultades para llegar a fin de mes (ya con crisis en la construcción), con la única ilusisón del recuerdo del río en el que pasaban las tardes los dos enamorados.

Porque a esa edad uno no sabe que los artistas cuentan historias en tercera persona, y claro me moría de la pena por pensar que Springsteen había tenido esa "adolescencia".

Pero oye, que mi primo de Jersey tampoco lo pasaba tan mal eh... Que en cuanto ahorraba un dinerito de currar en "la obra"... Nena vamos "a la calle" a pasárselo pirata.

Porque Out in the street es y debe ser siempre una fiesta. Una fiesta en casa, en el trabajo, en los bares... Un "venirte arriba" sin pensártelo dos veces y una excusa perfecta para olvidar durante unos instantes tus problemas.

Seguramente la versión en directo de Hyde Park no sea la mejor, pero es de las últimas apariciones de Big Man. No puedo evitar emocionarme al verle cantar la final del tema (min 5:20) con su socio Bruce.


Y ojo ese alegato de que es You Can Look (But You Better Not Touch). Es algo que ni los VHS, ni DVD, ni BlueRay ni ninguna evolución tecnológica podrá conseguir describir. 

Solo puedes vivirlo al 100% si estás ahí.


Y mucho más amigos, mucha más tela que cortar. Sherry Darling, o fiesta en la taberna con los colegas, Two Hearts, siempre en directo con su camarada Van Zandt, las descaradas Cadillac Ranch o Crush on You, y esas joyas de coleccionista no aptas para todos los públicos que son Point Blank y Drive All Nigh.

Por supuesto que con los años y la evolución al CD volví a comprar The River en dicho formato, pero sin tanto "romanticismo" ni tanta liturgia.

En definitva esta compra fue una primera vez mágica, como siempre se sueñan esas primeras veces. Una pérdida de virginidad en toda regla, con los nervios del momento y el recuerdo imborrable de una emoción que es dificilmente comparable ya a cualquier otra compra musical.

Tal vez por todo esto The River es mi disco favorito de Springsteen, y por ello también Bruce es alguién de la familia, alguién especial, ese tío de Jersey con el que siempre te lo pasas bien y que admiras sí o sí por mucho que pasen los años

Y mira si pasan!!

salU2




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